Te perdono!





Perdono que me dejes con ganas de abrazarte hasta el amanecer!
Y que nos ahoguemos en mil palabras sin decir nada de lo que nos espera el día que nos amenaza.
Concretarte así, mirándote al alma que no conoce otra cosa más que vivir y dejarse morir.
No tenés la culpa de que mi mente retorne cada vez que te vas, de que mis proyectos en los cuales te incluí se hagan realidad, incluso sin vos. Y en cada paso en falso, pongo mas concreto en ellos, para esperarte con la cena servida para cuando quieras comer de mi plato.
Perdono que mires con los ojos, pero nunca te perdonare si me miras con ellos abiertos.
Perdono que me ames así como lo haces, aunque no puedas amarme como lo dictan ciertas costumbres a las cuales nos naturalizamos y pretendemos cumplirlas, sin darnos cuenta que no necesariamente hace falta seguirlas al piel de la letra para demostrar algo que desde el vamos no es concreto.
No tenés la culpa de que a veces tenga pequeños lapsus y me vea parada en donde estoy ahora, un lugar al que no pertenezco, y vos tampoco.
Perdono que vengas a mi cuando quieras, no te perdono que no vengas cuando yo quiero. No tenés la culpa de que sea una neurótica obsesiva de tu persona, a veces olvido que no me haces falta, solo quiero tu ser. Nada más.
Perdono que no me mires cuando terminamos de hacer el amor, pero ni sueñes que perdone que no me mires cuando estamos en pleno acto, necesito sentir tu piel, tu pene, tus manos y sobre todo tus ojos en mi.


Que será de ti sin vos, si te saco de mi?

No hay comentarios:

Publicar un comentario