El karma me perdono una hora


Anoche en plena meditación antes de dormir, encontré dentro mío un lugar pacifico y alegre…si lo sé…la palabra alegre es media insignificante…pero así me sentía. Me sentía alegre, feliz. En ese lugar pude encontrar un hombre…un hombre que una vez me dio mucho y no supe qué hacer con todo lo que me dio. Lo ame y me amo…y aun hoy nos amamos.la felicidad que me rodeaba era el...no su cuerpo no su carne…era su esencia…toda ella flotando y se columpiaba por el espacio dentro mío, era un espacio así como lo indica la palabra, era enorme y lleno de cosas hermosas, y esas cosas hermosas eran la esencia de una persona.
Tenía tanto miedo de que sea solo un flash y que volvería a lo mediocre de la existencia que sentí como que me aferraba tan fuerte que se me despegaban las uñas…sentí la mandíbula por explotar de la presión que ejercía sobre ellas…y cuando ya no daba más, cuando ya mi cuerpo se desmayo exhausto de todo…me di cuenta que toda esa pureza que encontré dentro mío no se iba, y entendí que era mía.
Fue como entender la teoría de la resurrección y llegar a la conclusión de que no existe entendimiento suficiente que sea capaz de explicarlo…fue algo único.
Pero lo que no me puedo sacar de la cabeza es el sentimiento de plenitud que tenía…y que hasta puedo sentirlo si atiendo mucho a mi interior.
Espero poder contentarme nuevamente con mi karma así me regala otro momento con mi plenitud. Con ese lugar que no tiene nombre, ese lugar más grande que mil galaxias y que está dentro mío.

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