A intentar
encontrarnos en el inconsciente…me sentí como en Disney pero sin muñecos
gigantes.
Muchos colores
y formas inconcretas. Sentimientos inocentes llenos de perversiones en
potencia.
Ese olor
a fierro, ese gusto a sangre, dientes apretados y sudor frio.
Si…era
como Disney pero sin muñecos gigantes.
Una escalera
al final que comenzaba en espiral y terminaba solo con la baranda.
Sin donde
prenderte más que en esta.
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